En un mundo caracterizado por el cambio constante, las PyMes enfrentan actualmente un importante desafío: ser eficaces y eficientes en medio de un mercado globalizado y sumamente competitivo. Es por esto que la logística ha cobrado en los últimos años una relevancia estratégica a la hora de comercializar productos o servicios en el mercado doméstico y/o internacional. Si una organización logra que su actividad logística agregue valor a sus productos, estará teniendo una ventaja competitiva que permitirá mantener a los clientes actuales y acceder a nuevos mercados consolidando la fidelidad de los mismos.
Sin embargo, y principalmente en el sector PyMe, existen hoy organizaciones cuyas características ponen restricciones a un enfoque logístico moderno y que están íntimamente relacionadas con sus formas de gerenciamiento, su estructura de costos y el manejo de la información.
Básicamente, dentro de estas empresas se puede encontrar:
Estructuras altamente informales.Procesos no estandarizados que incluyen actividades que no agregan valor.Cadena de abastecimiento mal diseñada.Gran heterogeneidad en la calidad de los productos y servicios por falta de estandarización de los procesos.Inadecuado mantenimiento de activos operativos por falta de Programas de Mantenimiento Preventivo y su respectivo seguimiento y control.Registros inexistentes y/o inexactos.Falta de procedimientos formales de trabajo.Falta de Indicadores de Gestión con su respectivo seguimiento, control y gestión.Nulo o bajo nivel de empleo de tecnología.Escasa conciencia del impacto de los costos logísticos.Confusa e insuficiente comunicación dentro de la organización.Clima laboral inadecuado que afecta a la motivación de los empleados.Entre otros… ¡a listar por el lector!
Entonces, ¿cuál es la situación actual de la Logística en las PyMes argentinas? Algunas de las experiencias relevadas a lo largo de la actividad profesional son:
La performance de los procesos logísticos aún no son objeto de una acabada medición, análisis y control: Una empresa líder, dedicada a la fabricación y comercialización de muebles, dice tener un alto nivel de quejas y reclamos por fallas en las entregas. Cuando se le pide que comparta sus indicadores, el Gerente General, relata una serie de anécdotas: se llega fuera de horario y no se encuentra el cliente, por lo cual, se hace una segunda visita, los muebles se entregan con daños que se generan en la carga o descarga por un embalaje deficiente, como suelen faltar piezas del mueble para armarlo en el domicilio del cliente, la camioneta debe volver para terminar su tarea, etc. Lamentablemente, cuando se propuso comenzar a trabajar para reducir el nivel de quejas, no sabía por dónde comenzar pues no conocía cuál de estos errores se producía con mayor frecuencia, o cuál generaba mayor impacto en los costos. En síntesis, muchas PyMes se manejan por percepciones o anécdotas, y no cuentan con información precisa que permita tomar acciones ajustadas a sus necesidades reales.Es insuficiente la utilización de la logística como herramienta de diferenciación competitiva: Una estrategia genérica de diferenciación consiste en lograr una ventaja competitiva al adicionar a un bien o servicio aquello que los clientes valoran y aprecian. Por este motivo, los clientes están dispuestos a pagar un precio superior si consideran que los atributos diferenciales del producto o servicio realmente lo justifican. Ahora reflexione por un momento, ¿la logística de su empresa realmente está generando una diferenciación competitiva? ¿Es sostenible esta diferencia? ¿Cómo lo está validando?Los objetivos de Servicio al Cliente no están claramente definidos: ¿Cuántas empresas cuentan con una Política de Servicio al Cliente que sea conocida por empleados y clientes? Si Ud. contrata una póliza de seguro, recibe un documento donde cada cláusula le especifica qué es lo que debe esperar de su proveedor ante distintos eventos futuros. Sin embargo, pocas compañías en su operación logística declaran de manera formal a sus clientes qué es lo que deben esperar de ellas. La logística, al ser un servicio, posee como característica la intangibilidad, por lo cual, si este servicio no es claramente definido, cada cliente esperará el servicio que él imagina. Y más allá de que la empresa cumpla con el servicio definido por la Dirección, al no comunicarlo, el cliente probablemente tenga expectativas superiores y su respuesta sea la insatisfacción.Baja integración horizontal de las actividades relacionadas al proceso logístico dentro de la Cadena de Abastecimiento: Pocas PyMes son conscientes de que, no sólo ellas sino, su cadena de abastecimiento debe ser eficiente para llegar al consumidor con el nivel de servicio definido y al menor costo compatible. Para ello, deben crear alianzas estratégicas con proveedores, fabricantes y distribuidores compartiendo información. Aquellas que lo logren contarán con una ventaja competitiva frente a aquellos que no lo hagan. No obstante, aún hoy se escuchan frases como: “No importa, si falla el producto es un costo del proveedor”, “Si no tiene stock es un problema del distribuidor”, “Que se responsabilice el fabricante por las demoras en la entrega”, entre otras. Sabe que piensa mientras tanto el consumidor final: “No importa quien cargó con los costos de las ineficiencias a lo largo de la cadena, él no está dispuesto a hacerlo”. Y aún más: “Si su empresa no puede proveerle el nivel de servicio que él espera, otra lo hará”.Soporte informático insuficiente: Las consecuencias de la falta de aplicación de tecnología, ya sea de información o comunicación, como soporte de los procesos logísticos son diversas: desconocimiento de la existencia de stock muerto, baja exactitud de los registros de niveles de inventario, tiempos muertos de operarios buscando un SKU, quiebres de stock de materias primas para la producción con la consecuente parada de la línea, fletes falsos, ruteos poco optimizados, son sólo algunos ejemplos. Es así que para generar valor, debemos contar con información, y para ello, se necesita invertir en tecnología. Claro está que el empresario PyMe argentino muchas veces prefiere los sistemas manuales pues son más versátiles, flexibles, no requiriendo inversiones frente a los cambios en el entorno. No obstante, en muchas ocasiones, con los ahorros generados por el uso de la tecnología, el repago de la inversión hecha es muy rápido.Deficitario nivel de inversión y equipamiento: La alta turbulencia de la Argentina impulsa a la improvisación para solucionar temas sin invertir, al mejor estilo de la serie americana MacGyver. Esta conducta ha llevado a las empresas a aplicar soluciones poco ortodoxas que han servido en el pasado para palear cada encrucijada sin inversión ni equipamiento. En el caso de una empresa textil, al contar en el depósito de producto terminado con auto elevadores con una capacidad de carga de una tonelada y recibir eventualmente pallets de 1,2 toneladas fueron creativos. ¿Cómo lo resolvieron? Empleaban como contrapeso a un operario que tenía algún kilo de más sentado a espaldas del maquinista. El problema se presentaba, obviamente, cuando el operario estaba de vacaciones. En este ejemplo vemos cómo en ocasiones se hacen inversiones en equipamiento que no es el adecuado para el proceso. Otras veces, se cuenta con equipos que están sobredimensionados, lo cual, también generan mayores costos de operación. En definitiva, en un mundo globalizado donde otras empresas poseen soluciones que permiten optimizar los procesos, contar con los recursos apropiados para cada operación es una condición necesaria para ser competitivos.Bajo profesionalismo en el gerenciamiento logístico empresario: Todos los puntos mencionados anteriormente son consecuencia del bajo nivel de profesionalismo en la gestión logística. La falta de oferta académica en esta especialidad hasta hace unos años atrás es un indicador de la baja conciencia que existió en las organizaciones en relación a la necesidad de contar con especialistas en esta área. Sin embargo, durante los últimos años se han lanzado al mercado una amplia variedad de cursos que comienza a contribuir a mejorar esta área dentro de las PyMes argentinas.
¿Qué se espera para el futuro de las PyMes?
Más allá de las oportunidades de mejoras que aún existen en el sector, se percibe una toma de conciencia de la importancia estratégica de esta área por parte de los empresarios PyMe argentinos. Por lo cual, las expectativas para el futuro son:
Concientización del impacto de los factores económicos en los sistemas logísticos y su importancia como herramienta competitiva y clave de beneficios empresarios.Mayor nivel de profesionalización en la definición y gerenciamiento de la red logística.Oferta y demanda de servicios, cada vez, más integrados, complejos y On Time.Fuerte penetración de las tecnologías informáticas en los sistemas logísticos.Management profesional con perfiles multidisciplinarios.Novedosas soluciones dentro de una amplia oferta de equipamiento.Reingeniería de los procesos logísticos en la búsqueda de su optimización.Sensibilidad sobre el impacto de los costos logísticos en la rentabilidad empresaria.Mayor oferta de servicios 3PL (Third Party Logistics) que les permitirá alcanzar economías de escala.
En conclusión
Los pequeños y medianos empresarios tienen la pasión por generar negocios y hacerlos crecer, pero generalmente carecen de los recursos para modernizar sus empresas y las prácticas aplicadas en su gestión logística no son las más adecuadas para proveer al mundo de sus productos o servicios de una manera eficiente. Sin embargo, a través de la profesionalización del sector, cada vez más las PyMes tienen acceso a las Best Practices y a la tecnología que las habilita a insertarse en un mundo globalizado que se maneja con procesos World Class.
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